La Fuente de Trevi (en italiano Fontana di Trevi) es la
mayor (con cerca de 40 m. de frente) y más ambiciosa de las fuentes barrocas de
Roma (Italia). Según la actual división administrativa del centro de Roma, está
situada en el rione de Trevi. La fuente está situada en el cruce de tres calles
(tre víe), marcando el punto final del Aqua Virgo (en italiano Acqua Vérgine),
uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma. Con la supuesta
ayuda de una virgen, los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a
sólo 22 km de la ciudad (escena representada en la actual fachada de la
fuente). Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma directamente
hasta los Baños de Agripa y fue usada durante más de cuatrocientos años. El
golpe de gracia a la vida urbana de la Roma clásica tardía fue la rotura de los
acueductos por parte de los asediadores godos. Los romanos medievales quedaron reducidos
a sacar agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como
cloaca. La costumbre romana de construir una bella fuente al final de los
acueductos que traían agua a la ciudad fue resucitada en el siglo XV, con el
Renacimiento. En 1453, el papa Nicolás V terminó de reparar el acueducto Aqua
Virgo y construyó una simple pila, diseñada por el arquitecto humanista Leon
Battista Alberti, para anunciar la llegada del agua. En 1629 el papa Urbano
VIII, encontrando la fuente anterior insuficientemente dramática, pidió a
Bernini que esbozase posibles renovaciones, pero el proyecto fue abandonado
cuando el papa murió. La contribución duradera de Bernini fue cambiar la
situación de la fuente al otro lado de la plaza para que quedase frente al
Palacio del Quirinal (de forma que el papa también pudiese verla y
disfrutarla). Aunque el proyecto de Bernini fue desechado en favor del de
Salvi, hay muchos toques del primero en la fuente tal como fue construida.
También existe una maqueta anterior llamativa e influyente hecha por Pietro da
Cortona. Los concursos se habían puesto de moda durante el Barroco para
rediseñar edificios, fuentes e incluso la Plaza de España. En 1730, el papa
Clemente XII organizó un concurso sobre la fuente en el que Nicola Salvi
perdió, a pesar de lo cual recibió el encargo. Los trabajos empezaron en 1732 y
terminaron en 1762, mucho después de la muerte de Clemente, cuando el Neptuno
de Pietro Bracci fue situado en el nicho central. Las estatuas de Abundancia y
Salubridad, en los dos nichos laterales fueron esculpidas por Filippo della
Valle. Salvi murió en 1751, con su obra a medio terminar, pero antes se aseguró
de que la fea firma de un barbero testarudo no estropease el conjunto,
escondiéndola tras una vasija esculpida. La Fontana de Trevi fue terminada en
1762 por Giuseppe Pannini, quien sustituyó las suaves alegorías presentes por
esculturas planas de Agripa y Trivia, la diosa romana.
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